
“De noche fui de mala gana, a la reunión de una sociedad, en la calle Aldersgate, donde uno leía el prefacio de Lutero a la Epístola a los Romanos. A eso de las nueve menos cuarto, mientras describía el cambio que Dios obra en el corazón por la fe en Cristo, sentí arder extrañamente mi corazón. Sentí que confiaba en Cristo, Cristo solo, para la salvación; y se me dio la seguridad de que Él había quitado mis pecados, aun los míos, y me salvó de la ley del pecado y de la muerte”.
Este fin de semana del 24 y 25 de mayo se reúne este cuerpo colegiado en Santiago, constituido por alrededor de 30 hermanos (laicos y pastores), los que se juntan a evaluar y proyectar el caminar de nuestra Iglesia, en sus distintos estamentos. Esta reunión que se realiza dos veces al año, significa un esfuerzo importante que se traduce en estar dos días reunidos, para este grupo selecto de hermanos, con el consecutivo costo de algunos millones de pesos que esta actividad representa, y que se costea en gran medida con los aportes del Fondo Conexional. Compartimos con Uds., Hermanos de la Junta General, tan sólo dos elementos que contribuyen al mejoramiento de las instituciones y su permanencia en el tiempo:
- El mirar de los intereses comunes: Consiste en un contrato tácito que cada miembro hace con el Señor y con nuestra Iglesia, con miras a obtener no las propias satisfacciones, sino del bien general. Cuando estos logros se concentran sólo en los polos de poder, a costa del resto de los miembros, se provocan rupturas, renuncias e incluso el riesgo de la disolución del grupo. La permutación y alternancia en los cargos, es un proceso que facilita el desarrollo de las instituciones. Esta movilidad dentro del grupo lleva a la mesa de discusión distintos puntos de vista que enriquecen y vitalizan al grupo, el cual de no ser así corre el riesgo de envejecimiento y decadencia al igual que las personas.
- Crisis en las Instituciones: Cada vez que una institución experimentó una crisis, o fue atravesada por el miedo de caer, tuvo la oportunidad de evaluar su continuidad y revertir la situación, en consecuencia con los principios formativos. Es el tiempo de hacer frente a las dificultades para lograr un renacer, con más lucidez, con más fe, con más conversión, con el verdadero Espíritu del Señor, de modo de encontrar nuevos caminos donde encontrar un nuevo compromiso con el Señor.
Les instamos a reflexionar y a actuar, para dar cuenta de los compromisos asumidos en el plano espiritual de nuestra feligresía. Les pedimos dedicar menos tiempo a lo administrativo y más a la Misión, preocupémonos menos de las crisis de algunas instituciones, dejemos de ver como gastaremos los recursos de la venta de la radio y veamos cómo salir de este estancamiento que nos consume y que ya es parte de nuestra autocomplacencia.
Hermanos de la Junta General:
Manos a la obra para sentirnos orgullosos de este día del Metodismo
Manos a la obra para sentirnos orgullosos de este día del Metodismo